Momentos musicales: II Edición de los premios “Raros y bizarros”. 5ª Parte.

Y antes de finalizar esta II edición de los premios "Raros y bizarros" con la 2ª parte de "Youtube" y el efecto mariposa, quiero amenizarles con unos momentos musicales que redondean los galardones de este año.

Una de las grandes revelaciones a través de Internet en España durante el pasado curso, dentro de nuestro ámbito "Rybs",  fue Lory Money, un simpático senegalés vendedor callejero reconvertido en rapero, al que premiamos por su bonhomía y optimismo contagioso transmitido a través de sus letras.

Su tema de presentación, y el que lo ha popularizado es el “Ola k ase”.

 Pero quiero hacer también una mención especial a su original visión de la profecía maya del fin del mundo con su divertido “Supa Dupah”.

En la categoría inaugurada en la pasada edición de mejor cantante de tecno-pop andino este año va para Byronn (o Bayron) Caicedo, el duro de Ecuador, al que premio por su continua preocupación en sus canciones por los problemas de Ecuador en general y de la emigración de sus paisanos en particular. Y por si no lo conocen les enlazo cantado su bonito tema “El locutorio”, que según la letra de la canción la interpreta desde Murcia, España, región que casualmente volveremos a ver en la sexta y última parte de estos premios.

En tercer lugar concedemos un premio ex aequo en el que, por primera vez que yo sepa, no sólo se premia al cantante, sino que también a su mánager. En este caso doy un premio honorífico especial por toda una carrera juntos, a Willy Polvorón, cantautor de la ternura en el extrarradio, y a su esforzado y admirable representante Mario Echenique. Si tienen tiempo les recomiendo que vean el documental “Sueños de polvorón” que realizó Gabriel Alijo sobre ambos.

Y para despedirme por hoy, y para que no falte este año un representante de nuestros mayores, quiero premiar a una señora que no sé nada de ella, que nunca sabrá que tiene este galardón, ni sabrá que yo existo, ni yo sabré ni siquiera su nombre, pero Internet y el bendito azar nos ha unido durante un minuto, como el aleteo de una mariposa que puede llegar a influir sobre un tsunami.

Premio a las ganas de vivir hasta el último día de una anciana dama desconocida.