google-site-verification: google32c01629c0d6a2ce.html Raros y bizarros: Batman: Las luces de un personaje oscuro. 1ª parte.

martes, 8 de octubre de 2013

Batman: Las luces de un personaje oscuro. 1ª parte.

Una querida amiga tiene un cuñado que es tan cansino y parsimonioso a la hora de contar historias que ella confiesa que teme las reuniones familiares, porque en más de una ocasión ha estado a punto de quedarse dormida en medio de alguna de sus peroratas. Pues eso es lo que me ha pasado a mí con las dos películas que he visto de Christopher Nolan. Y precisamente viendo “Batman Begins”, entre las cabezadas, me dio tiempo de reflexionar sobre la enorme cantidad de “explotations” que ha tenido el personaje. Y hoy quiero mostrarles algunos ejemplos de esto.
Aunque la mayor parte del público actual cuando piensa en el “Batman antiguo”, de cine o televisión, a los que más llegan es la serie pop de los años sesenta (si es que no se quedan en la versión cinematográfica de Tim Burton) lo cierto es que Batman tuvo su primera serie cinematográfica de 15 capítulos nada menos que en 1943, tan sólo tres años después de su primera aparición impresa en mayo de 1939.
Atención al inicio de este primer episodio con este Batman de buen año, y enormes bragas, reflexionando en su fascinante mesa de despacho gótica.


Pero tampoco fue la única aparición del superhéroe antes de su éxito sesentero. De nuevo, en 1949, tuvo otra serie, “Batman and Robin”. Aunque en este caso tuvo una mala acogida por parte de la crítica por su deficiente producción, no podemos negar que esta segunda entrega televisiva de las aventuras del héroe enmascarado sería decisiva para que llegara la que lo convertiría en un icono de la cultura popular. Ya que casualmente sería la que viese Yale Udoff, un productor de la ABS, durante un pase en una fiesta temática sobre el personaje que se celebraban en el Club Playboy de Chicago, ya que Hugh Hefner era fan de Batman. Como curiosidad añadida el local estaba decorado con enormes reproducciones de las onomatopeyas que incluirían las escenas de acción de la serie:
Les enlazo con el primer episodio subtitulado en español. Observarán que a diferencia de la primera mansión oscura y aislada, este Batman vive en un gran chalet luminoso, sin ni siquiera amurallar, de un barrio residencial en el que pasean jóvenes estudiantes por su puerta.


Pero sin duda alguna el fenómeno se produjo en 1966 con la producción de William Dozier para la ABC, con la singularidad de que tal vez se trate de una de las raras ocasiones (si no la única) en la que la parodia de un personaje hace que éste se popularice mucho más de lo que era el original. De esta serie se podrían escribir muchísimo (y de hecho en Internet pueden leer miles de páginas de ella) con lo cual, con mi vocación de analista de las rarezas no voy a centrarme en ella (quizás en otra ocasión), y por ahora sólo les voy a enlazar con un curioso “crossover” que hicieron con otra serie de la época, “El Avispón Verde” (“The Green Hornet”), serie hermanada con la de Batman por más de un motivo. Atención al alucinante diseño visual; al ingenio naíf del guión; al cameo de Edward G. Robinson (coleccionista de arte en la vida real) que aprovecha para meterle un palito a Andy Warhol; y al fantástico doblaje en español neutro, con la ininteligible dicción atribuida a Bruce Lee, poco antes de convertirse en un mito.


Y, tras plantear estos antecedentes, en la próxima entrada empezaré a mostrarles algunas de las películas de explotación que ha generado el personaje. Pero es que una vez más no he tenido tiempo de ser breve.

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