¡¡¡A COLORES!!! |
En 1968, durante la tercera y
última temporada del Batman de Adam West, en México se estrena “La mujer
murciélago”, con el impúdico subtítulo de (BAT-WOMAN) por si no hubiera quedado
suficientemente claro.
Posiblemente sea el cine mexicano
de explotación uno de los más vigorosos y con más personalidad propia de los
que han existido. Ya que a diferencia de otros, como el turco o el de Bollywood,
apenas tuvo que recurrir de forma explícita a referentes concretos ajenos a él
mismo. De hecho, como veremos, el cine mexicano de explotación ha sido víctima
constante de la “re-explotación” por mímesis, cuando no ha sido por completo
fusilado. Se podría decir que el cine mexicano de explotación sólo cogía prestada
algo así como la melodía de otras obras, su aroma, más que la letra o el
perfume en sí. Por ejemplo ya en 1946 aparece el Fu-Manchú mexicano, que nada tiene
que ver con el siniestro personaje de Sax Rohmer (salvo por el hispanizado
nombre) sino que en este caso era un ilusionista entrometido que ayudaba a la
policía, y que llegó a tener una saga de seis películas.
En este caso, Guillermo Calderón
Stell, el productor de la película, que figura como autor de la misma antes de
los desvaríos de la “nouvelle vague”, lo que buscaba era explotar el éxito de
la serie norteamericana coetánea dándole el sabor local.
Una producción de Calderón escrita por Salazar y fusilada por Warren. |
Y contó con Alfredo Salazar, un escritor con una sólida reputación en el género. Como curiosidad tenemos que
fue guionista de “La momia azteca”, una de las películas que Jerry Warren
troceó y remontó con otras escenas de cosecha propia convirtiéndola en “Attack
of the Mayan Mummy”.
En la dirección confió en René
Cardona, uno de los referentes del cine de explotación mexicano. Que fue
director de algunas de la películas de Santo, el Enmascarado de Plata, el gran
héroe popular de la lucha libre mexicana, que también sería objeto de la
explotación desde el cine turco, como en la inolvidable “3 Dev Adam”.
Y en la interpretación aquí
también optaron por una mujer, ya que allí el mercado de hombres enmascarados
estaba reservado para los míticos héroes de la lucha libre mexicana. Y se decidieron por
las exuberantes curvas de Maura Monti, una actriz de origen italiano radicada en
México, habitual en el género. Como nota curiosa tan sólo un año antes había
participado en “Santo el enmascarado de plata vs la invasión de los marcianos”,
una de las más divertidas películas de la saga de Santo.
La película tiene todo lo que
podía pedir un público complaciente ávido de evasión en una cálida
tarde cualquiera. Y contaba con cinco referentes:
1. El primer referente es obvio,
y es el que nos ha traído aquí: Batman,
la serie pop norteamericana.
El tono de la trama es similar.
Hay ciertos aspectos coincidentes en el personaje. Es una millonaria muy bien
dotada (para los deportes) que pone su fortuna a disposición de la Justicia
para luchar contra el mal haciendo de justiciera enmascarada. Y la máscara es
equivalente. Los colores del traje (cuando lo lleva) sí son coincidentes con
los de la época de la serie. Pero con una salvedad: esta Bat-Woman jamás lleva un logotipo, ni siquiera parecido, al de Batman.
Una Batwoman con estilo y personalidad propia. |
2. La lucha libre mexicana. Género autóctono por antonomasia. De hecho
podemos decir que “La Mujer Murciélago” es una puesta al día en femenino de las
aventuras de Santo o de Blue Demon, con el que hasta comparte color de máscara.
3. Un toque de James Bond. Los sesenta fueron dentro del cine comercial
de evasión la década de James Bond, y en esta época hay pocas películas que si
pueden no tratan de agarrarse a la moda.
Batwoman, y los agentes secretos Mario Robles y Tony Roca departen en una relajada francachela. |
4. El subgénero del “Mad Doctor”: Un científico majareta ya te da el 50%
de una trama. En este caso con un ayudante bajito, con pinta de llamarse
Antonio o Carmelo, pero al que su jefe llama Igor. (Pronúnciese a la “hispana maniera”:
I-gor, acentuación aguda.)
5. La Criatura de la Laguna Negra. Si hay un referente visual ya
establecido… ¿para qué inventar uno nuevo?
Pues con todo esto, metiéndolo en
el paisaje turístico de Acapulco, el argumento ya está servido.
Los deportistas de Acapulco (tripones
combatientes de lucha libre mexicana) están apareciendo asesinados. Se supone que
la policía está investigando, pero no, es el “Servicio Secreto” (nos enteramos
por un cartelito que tienen en el cristal de la puerta). Dicho sea de paso que
el “Servicio Secreto“ de Acapulco en esta peli son sólo dos tipos con pinta de
tener dolor de estómago sentados alrededor de una mesa. Bien, pues por ellos sabemos que el caso tiene dimensión internacional. Ha habido asesinatos
similares en Macao y en Hong-Kong. Con lo que el “Bureau Internacional de
Inteligencia” (?) les ha mandado al Agente Especial Mario Robles… Y éste a su
vez ha delegado su responsabilidad en “La Mujer Murciélago”. La presentación
del personaje es un poco premiosa, así que les enlazo con este remontaje que
con más gracia ha hecho cinemainctv.
Presten especial atención a la manera aguerrida y bizarra en la que se tira al mar nuestra heroína.
Presten especial atención a la manera aguerrida y bizarra en la que se tira al mar nuestra heroína.
Ya que todos los
que han muerto son luchadores deciden enchufar a la Mujer Murciélago en la Arena (estadio de
lucha) de Acapulco. Allí, por una llamada pinchada, descubren que puede estar
relacionado con las desapariciones un tal doctor Eric Williams, “un sujeto retraído
que vive en su yate, el Reptílicus, desde hace unos seis meses”. Aunque
nosotros ya sabemos que él es el científico loco que está intentando crear un
ser monstruoso medio hombre medio pez extrayéndoles la glándula pineal a los luchadores e
injertándola, o algo así, con un pez…
René Cardona tiene oficio. Las
escenas de lucha son pocas y no se alargan demasiado. La película en general se
mantiene en un discreto tono medio que no le deja ser buena, pero tampoco a ser
uno de esos disparates gloriosos del cine fantástico mexicano.
Y en la próxima entrada seguiré
con “Batman y el sexo”.
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